sábado, 6 de diciembre de 2014

El mundo necesita testigos del evangelio para llegar a confesar la fe en Cristo como Señor y Salvador

El mundo necesita testigos del evangelio para llegar a confesar la fe en Cristo como Señor y Salvador


Creo, Señor,
creo que eres mi Dios y mi Salvador;
quiero llegar a tu presencia en esta tarde
haciendo esta confesión de fe,
reconociéndote como mi Señor, mi único Señor,
reconociendote como mi Salvador, mi único Salvador;
que nada empañe mi fe,
que no se debilite ni se apague,
que no me falte tu luz,
que la fuerza de tu gracia me anime
a confesar mi fe en ti siempre y en todo lugar,
para que por mi fe,
por las obras de mi amor nacidas de la fe que en ti he puesto
pueda ser signo ante el mundo de tu amor,
de presencia,
de tu gracia y vida nueva,
para que todos puedan ser iluminados por tu luz,
para que todos puedan llegar
a esa una misma confesión de fe en ti
como su Señor y como su Salvador.

Necesitamos de tu luz,
que nos ilumine hasta lo más hondo de nosotros mismos
para que no nos confundamos;
en estos días en que se acerca la celebracion de la navidad
son muchas las luces que se encienden por todas partes,
pero no son siempre reflejo de tu luz;
es triste, Señor,
pero ¿qué hemos hecho de nuestra fe
que el mundo ya no reconoce tu luz
y busca otras luces sustiturias para iluminarse?
Muchos son los que van a celebrar la Navidad
pero sin tenerte en cuenta a ti
ni hacerte presente en sus vidas;
puede ser también esa la tentación que nosotros tengamos;
son unas fiestas entrañables en muchos casos,
en ocasiones también con un buen sabor familiar
al menos por unos días,
pero tú no eres el invitado a sentarte a la mesa con nosotros;
muchos anuncian la navidad,
pero parece que tienen miedo de nombrarte a ti
y dan muchas vueltas por muchas cosas
que también pueden ser buenas,
pero no mencionan tu nacimiento,
no recuerdan la salvación que viniste a traernos,
quieren pasar por alto lo que sea la relación con el Dios
de quien nos viene la salvación;
¿será que nosotros los cristianos
que decimos que tenemos fe en ti
nos hemos acobardado
y tememos nombrarte
y nombrar tu evangelio de salvación
por si acaso no nos entiendan
o quizá incluso puedan hacer burla de nosotros?

Danos valentía para anunciar tu nombre;
danos la fortaleza de tu Espíritu
para llevar la luz de tu evangelio a los demás,
para ayudarles a descubrir
cómo tú sigues estando presente en el mundo con tu salvacion;
que seamos en verdad testigos
que con valentía anunciemos esa Buena Nueva de Salvación
que fue tu presencia en el mundo
y para el mundo.

Que escuchemos tu mandato de ir por el mundo
anunciando el Reino
y dando señales con lo que hacemos
y con lo que vivimos
que el Reino de Dios llega a nosotros
y llega para la salvación de todo el mundo;
nuestro mundo está herido por muchos males,
pero tu quieres venir para ser el médico que le sane,
para ser el Salvador que nos redima de ese mal;
pero nos has dejado a nosotros con esa misión;
nos enviarte a anunciar
la Buena Nueva de la Salvación, tu Evangelio,
pero también a curar en enfermos y a expulsar demonios;
cuantas son las cosas de las que tenemos que sanar a nuestro mundo
para que encuentre tu salvación;
son las señales que tenemos que dar
con nuestro compromiso,
con nuestras obras buenas,
con nuestra generosidad y desprendimiento,
pero también con nuestro acercamiento a los demás
para escucharles y para consolarles,
para poner ese gesto de delicadeza y esa palabra buena,
para convertirnos en instrumentos de tu paz y de tu amor,
para que con nuestra vida seamos lugar de encuentro y de amistad,
para hacer un mundo nuevo basado en la civilización del amor;
y todo eso lo hacemos desde ti,
desde la fe que tenemos en ti,
desde la Palabra de salvación y vida que nos dices
y que nosotros queremos escuchar.

Que con esas señales de nuestra vida
preparemos los corazones de los que estan a nuestro lado
para que se encuentren contigo
y sea verdadera navidad para ellos;
seguro que si me dejo inundar de ese amor
y tambien voy sembrando amor
haré la más hermosa navidad en mi vida,

porque tu habrás nacido de nuevo en mi corazón.

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